"Una necesita al mar para esto: para dejar de creer en la realidad. Para hacerse preguntas imposibles. Para no saber. Para dejar de saber. Para embriagarse de olor. Para cerrar los ojos. Para dejar de creer en la realidad" -Cristina Rivera Garza-

"Regresa Un Desierto Para La Danza"

Después de dos años de ausencia, de no vernos las caras y los cuerpos, de no seguirnos el movimiento, el festival de danza más importante del Estado vuelve al teatro y al encuentro.

El pasado viernes 23 de Septiembre UDPLD inauguró su XXIX edición con dos piezas bellisímas. El programa se aperturó con la obra "Ananias" de la coreógrafa e intérprete Ana Luisa Beltrán quien baila a lado de Sofía Rodríguez el otro pilar de esta coreografía.

En el lobby del teatro vemos a dos mujeres vestidas de flores hasta la rodillas, con sus torsos expuestos y sus pisadas sonoras.

Fotografía cortesía de Gabino Guerrero de Momentum Photography

Tacones parlantes que danzan y sostienen una conversación, discuciones y acuerdos que suceden en los cuerpos, un movimiento acuoso, airado y zapateado, dos mujeres que dialogan desde los músculos y con la sangre. Una conversación de 2 al ritmo de 4 tacones que relinchan, brincan, delinean y acompañan.


Fotografía cortesía de Gabino Guerrero de Momentum Photography

¿Cómo saber quién es la otra? ¿Cómo conocerle? juntando los cuerpos y resonando, pudimos ver diálogos zapateados en clave morse, porque lo que resuena en estos pies resuena en los pasos de la otra. Sin duda una gran pieza digna de abrir el programa de este año.

Al terminar Ananias pasamos al interior del teatro para presenciar la pieza "20:21" una creación colectiva de UROBOROS Escena la cual es conformada por Luis ortega, Yansi Mendéz y Luis Galaviz, todxs provinientes de la CDMX aunque no por eso oriundos de la ciudad mounstro, desafortunadamente Luis Ortega no pudo acompañarnos debido a un accidente así que antes de iniciar la pieza se anunció su ausencia al público: "lo que antes era un trío ahora se ha convertido en un dueto"


Fotografía cortesía de Gabino Guerrero de Momentum Photography

20:21 se compone (en este caso) de dos solos muy poderosos y un dueto final visualmente bello, primero vemos en escena a Luis Galaviz danzando la ansiedad, serpentenado la soledad, encontrándose con el cuerpo, restregándose la incertidumbre, permitiéndose el enojo, después entra a escena Yansi Mendéz con dos bastones que la mantienen de pie, aún no me decido si los bastones le imposibilitaban o le posibilitaban el movimiento, texturas tajantes y pasos accidentados, ella baila la tristeza, se mueve con angustia, su cara dislocada es un beat, un loop que se repite en una tristeza que no la abandona.

Para llegar al cierre, se oscurece en negro, cae el telón y el público espera, sonidos de herramientas alimentan nuestras expectativas, la gran escenografía de esta pieza está cargo de Aarón Mariscales, el telón se abre de nuevo y nuestros dos intérpretes se encuentran atrapados en un cuadro gigante, una estructura potente que les ilumina en blanco, un blanco estrobo que dibuja una imagen con interferencia, de pronto la estructura se eleva sobre los dos cuerpos de lxs bailarinxs que empiezan a correr en 4 patas,  la música de manera muy acertada se torna épica y eléctrica, los cuerpos corren, se encuentran, se abrazan, se comparten, vemos su latidos gigantes, macrogolpes al corazón que pueden verse hasta la última butaca, vemos y sentimos su sudor, su carne.

Fotografía cortesía de Gabino Guerrero de Momentum Photography

Este es un trabajo muy acertado para hablar del encierro después de la pausa, un momento para retratar ese tiempo que tuvimos en la distancia, una forma de hablar de esos demonios que no sabíamos que teníamos, esta obra es una mirada crítica de la cuarentena que se relata desde el cuerpo confinado, una pieza maravillosa que fué ganadora del premio nacional de danza "Guillermo Arriaga", ahora nos damos cuenta del porqué, a pesar de la ausencia del compañero, la pieza se sostuvo en la escena y nos regalo momentos increíbles, resultado de eso fueron los aplausos y gritos del público que salió, que salimos, extasiados como el estrobo del cuadrante.

Fotografía cortesía de Gabino Guerrero de Momentum Photography

Sin duda este es un año más que el festival UDPLD lo vuelve a hacer, siempre logra estremecernos con el lenguaje del cuerpo, estos días sin duda son para ir al teatro, éste sigue siendo un festival imperdible, por ello te dejo el link del programa completo para que asistas a las próximas funciones de un Desierto que danza.

 https://bit.ly/3LDF0vg

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