"Una necesita al mar para esto: para dejar de creer en la realidad. Para hacerse preguntas imposibles. Para no saber. Para dejar de saber. Para embriagarse de olor. Para cerrar los ojos. Para dejar de creer en la realidad" -Cristina Rivera Garza-

El día que abracé al hombre que me estafó

Tranquilx puedo explicarlo… Pero ¿debería?




Hoy me robó un hombre mayor con el cheque más falso que se haya visto, me vió sola, me rondó, me mareó, me apuró, me robó, me intimidó y yo todavía le despedí con un abrazo.


Lo más incómodo de todo esto es que al final de "su compra" el tipo se quitó el cubrebocas para despedirse de mí con un beso, yo me sentí muy abrumada pero en un intento de evitar el beso respondí con un abrazo forzado ¿Por qué? ¿Por qué lo hice? De verdad me lo pregunto ¿Por qué no desconfíe? No lo entiendo ¿Por que no supe como actuar? Pude haberme negado ¿Por qué no lo hice?  ¿Por qué no sé decir que NO cuando la gente es amable? ¿Por qué no sé decir que NO? 

 

Desde el primer momento que me me miró sabía dentro de mí que algo estaba mal, pero me asusté no me hice caso, el tipo me robó en la cara, a mí que voy por la vida gritando que soy fuerte ¡Que estoy viva! que todo lo puedo, que nada me para, sin embargo eso es igual de falso que el cheque, ahora entiendo que en realidad grito porque tengo miedo y que aunque aprendí a actuar ante la violencia, no sé qué me pasa ante la falsa amabilidad, ante el falso interés, ante esa aparente validación del otrx, no sé qué hacer, me congelo, es así como me han violentando todos eso hombres falsos que parecían buenos, tengo un nudo en el estómago en este momento, acompañado de unas ganas gigantes de llorar, siento que lo que ese hombre me robó vale más que el dinero que se llevó, me robó la paz, me robó la idea de que ya no era vulnerable a ese tipo de asaltos, tengo tanto miedo como mi yo de 5 años, lo siento en las tripas, yo pagaré ese dinero, ese hombre lo gastará pero mis tripas... mis tripas seguirán entumidas ¿será que tendrán memoria? ¿Lo recordará también mi yo de 5 años?


Lo que nunca nos dicen es que no todas las tripas que recuerdan accionan, hay unas que se acuerdan y se paralizan, se hacen bola, así como las mías, por eso del pecho me sale un grito, que es mi escudo, este pecho que ladra y que también muerde, pero hoy se congeló, se echó a morir de miedo como tlacuaches, cuando más le necesitaba, siento vergüenza y angustia, siento asco, mucho asco, tengo ganas de vomitar, pero no puedo hacerlo, tengo que seguir en la tienda, seguir aquí con esta cara, ahora tengo miedo de todos los clientes, los examino, me alejo, me pongo nerviosa, el servicio a cliente puede ser muy duro, un A y B interminable, un ping pong, nuevo cliente nueva escena, cuatro años en la carrera de actuación debieron prepararme para esto pero eso también es falso, este escenario es real, es cambiante, aquí los egos se esconden, las máscaras no son utilería y los conflictos no se disfrutan.


Abracé al hombre que me estafó porque todavía no sé como reaccionar a lo agresivo pasivo, me confunde, me inmoviliza, esto es lo que pasa cuando le crees al mundo, pues me han convencido de dudar de mí misma, les he creído que soy yo la loca, la intensa, la mala, la dramática, la paranoica, la tonta, leen esto mientras quizás piensan que soy una idiota, lo sé porque es justo como me siento, pero luego me detengo, respiro y pienso en como esto me enoja mucho más allá, no es solo el robo, no es solo esta vez, pienso en como primero nos engatuza el mismo hombre que después nos agrade y para colmo la sociedad que nos culpa por no saberlo, por no adivinarlo, por no detenerlo, por no saber qué hacer ¿Cuántos puñetazos a la cara has detenido en tu vida? ¿Por que no hizo nada? ¿Por qué no lo deja? ¿Por qué sigue con él? ¿Por qué no lo dijo antes? ¿Por qué no denunció? Pero nadie pregunta... ¿Por qué él la atacó? ¿Por qué él la golpea? ¿Por qué nadie hizo nada? ¿Por qué nadie le ayudó?


Hoy abrazo a mi yo de 5 años y le digo, no te preocupes lo haremos mejor la próxima vez, estaremos atentas, pelearemos y mientras tanto no sentiremos vergüenza, no dejaremos que el afuera se meta en nuestra cabeza y nos culpe.


Históricamente en México y en el mundo se ha marginado a las mujeres víctimas de violencia, nosotras no queremos sus falsas buenas intenciones que esconden mecanismos opresores, no queremos su marca escarlata sobre nosotras.


Por eso necesito escribir este texto para recordarme lo que el feminismo me ha enseñado, no soy mi enemiga, he aprendido a perdonarme para poder saberme valiente y vulnerable al mismo tiempo, para poder saber decir NO la próxima vez, porque sabemos que esto pasará de otras formas y de nuevas maneras, con hombres extraños o cercanos, incluso de maneras obvias o secretas.


Esto seguirá pasando mientras vívamos en un mundo en dondé a las mujeres se nos siga castigando por ser violentadas mientras a los hombres se les regala la impunidad y se les celebra el mínimo de decencia.


NO, no soy tonta, soy mujer y vivo en la Ciudad de México, NO, no soy víctima he sido violentada (sí es diferente) NO, no me falta malicia el mundo carece de empatía y tiene desaparecida la justicia.


La pregunta no debería ser por qué en un momento de miedo, confusión y torpeza abrace a un estafador, si no ¿Por qué además de dinero ese hombre quería un beso? ¿Cómo hubiera cambiado la situación si yo fuera hombre? ¿Porque a los hombres les roban mientras nosotras somos pendejas? ¿Porque a los hombres los matan (otros hombres) y nosotras somos malas y juzgadas antes de ser buscadas? 


Hay muchos días como hoy que no solo no me gusta el mundo en el que vivo, si no que además me roba, me acosa, me asfixia, me pesa en el pecho, me endurece las tripas, me anuda la voz, me congela la razón, me ataca de pánico, por que me recuerda a la mala que soy vulnerada cotidianamente, así el mundo me maltrata al despertarme mientras yo le escribo y hasta le abrazo, esperemos que la próxima vez me pague mejor, aunque a estas alturas me bastaría con que me respetara pero sobre todo me creyera, creyera en mí y yo menos en él.

Comentarios

  1. Siempre parece que cuando más fuertes nos sentimos llega alguien con más hijopites que antes y nos quiere ver la cara, esa cara que no nos corresponde y que a fuerza de prepotencia y egoísmo nos la quiere poner.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares